Otro mundo será posible sólo sobre el cadáver del capitalismo
[DE LA PRENSA BURGUESA]
"La Jornada", edición del 26 de marzo de 2007.
Chiapas: Otro mundo será posible sólo sobre el cadáver del capitalismo
Paramilitarismo y dominación
Oaxaca: Nuevas apportaciones
Michoacán: Advierten comuneros de Zirahuén que defenderán tierras
CHIAPAS
Los indios, "protagonistas de la resistencia"; comienza segunda fase de la otra campaña
Otro mundo será posible sólo sobre el cadáver del capitalismo, señala Marcos
ELIO HENRIQUEZ, HERMANN BELLINGHAUSEN CORRESPONSAL, ENVIADO
San Cristóbal de las Casas, Chis., 25 de marzo. En un acto internacional, visto y escuchado en más de 10 países y enlazado con Tegucigalpa y Sao Paulo -pues en tiempo real las organizaciones Vía Campesina y Movimiento Sin Tierra (MSN) se sumaron al EZLN en su llamado a una Campaña Mundial por la Defensa de las Tierras y los Territorios Indígenas y Campesinos-, arrancó esta noche la segunda fase de la otra campaña.
Al declarar el arranque formal de la nueva etapa, el comandante Tacho reconoció que "el poder de los de arriba y los dueños del dinero" hace lo mismo en todo el país: "desalojo y represión". Hermanando su lucha con "todos los que sufren estos inhumanos desalojos" los zapatistas hacen honor "a su palabra de salir para luchar y estar juntos con los compañeros de la Sexta".
A su vez, el subcomandante Marcos destacó que "los pueblos indios de América tendrán como hace 500 años el papel protagónico en la resistencia, pero la batalla terminará en una derrota definitiva si no se alían con los trabajadores del campo y la ciudad y con otros sectores sociales". Al hablar en una panel con otros ponentes acerca de la guerra neoliberal, sostuvo que otro mundo será posible "sólo sobre el cadáver del capitalismo como sistema dominante".
Ante unas 200 personas, Marcos expuso que la etapa actual del capitalismo es una nueva guerra de conquista, y que la globalizacición del capital "destruyó las fronteras nacionales y reacomodó al mundo; la lógica del mercado determina las relaciones internacionales y dentro de los moribundos Estados nacionales".
Esa lógica, añadió, "esconde detrás de su aparente inocencia la lógica de explotación, despojo, represión y desprecio".
En el capitalismo "no hay riqueza limpia; su origen es el robo y la explotación". Aseveró que en su globalización económica; es decir, en la cuarta guerra mundial, el enemigo es el planeta mismo con todo lo que contiene: habitantes y naturaleza. "El imperialismo habrá cambiado de forma de guerrear pero el amo sigue siendo el capital, y su emperador vitalicio el capital financiero"
En el acto, realizado en el centro cultural Tierra Adentro, a media cuadra del zócalo, Marcos aseveró que el camino de la libertad "no es una moderna autopista de paga por la que transitan las masas conducidas por una elite de caudillos e iluminados. El camino para ser libres no está siquiera hecho; se construye por las y los sin nombre y sin rostro, que con sus luchas van probando una y otra ruta hasta llegar a donde quieren llegar".
Medios inhiben la lucha social
Expresó que los grandes medios de comunicación electrónicos "son los inhibidores de la lucha democráctica y social", aparte de haberse convertido en Ministerio Público, gabinete extraoficial, policía plenipotenciario, jueces que dictan la condena al de abajo y la absolución al de arriba.
Sentado entre los comandantes David y Tacho, Marcos subrayó que las fuerzas expedicionarias de invasión en los países de América Latina la forman los gobiernos y la clase política y, salvo "la excepción de Cuba, la rebeldía creciente de Venezuela y la aún por definirse especificidad de Bolivia, los gobiernos latinoamericanos, sin importar su supuesta ideología, se han convertido en los capitanes de reconquista de los territorios que vieron florecer a civilizaciones de los pueblos originarios de estas tierras".
Afirmó que agonizan la clase política tradicional, la clase media, el pensamiento crítico, el corporativismo, las grandes centrales obreras y campesinas, la autonomía relativa de las instituciones educativas, de investigación científica, de la cultura y el arte, las relaciones comunitarias, el tejido social, la seguridad social, la seguridad públcia y la democracia electoral.
En tanto, Joao Pedro Stedile, del MST, leyó en transmisión internáutica un mensaje que firman también Eduardo Galeano y los obispos Pedro Casaldáliga y Thomas Balduino: "La lucha y resistencia de ustedes, hermanos y hermanas zapatistas, son para nosotros un aliento, una esperanza. Un combustible social. Sigan resistiendo, no se desanimen. Cuenten con nosotros. No podemos estar físicamente, gracias al consulado de México, que es como una oficina gringa en Brasil, pero estamos con ustedes".
Con ellos, 66 movimientos y entidades brasileños saludaron la otra campaña: "Estamos acompañando aprehensivos los acontecimientos de la ofensiva represora contra ustedes. Recientemente ocurrió en Atenco, en Oaxaca, y ahora los alcanza con más fuerza en Chiapas". Las referencias a la ofensiva paramilitar y agraria fueron constantes en todas las participaciones de la amplia mesa redonda. Lo que se inicia es una gran jornada en defensa de la tierra, en el país y el mundo.
También habló a distancia el hondureño Rafael Alegría, coordinador de la Campaña Global por la Reforma Agraria de la Vía Campesina Internacional, declarando total apoyo a la iniciativa zapatista: "Estamos en la misma lucha, y juntos venceremos".
Como campesinos, indígenas y sin tierra, añadió, "sentimos que su lucha por defender sustierras y territorios recuperados es nuestra lucha.
Reconocemos la validez de la reforma agraria que hicieron los zapatistas en su territorio, y denunciamos la campaña coordinada de contrarreforma agraria, en donde los grupos paramilitares, los militares, la procuraduría y el tribunal agrario y el gobierno conspiran para despojar a las comunidades zapatistas de las tierras y territorios recuperados a partir del levantamiento de 1994".
Para concluir, el comandante David agradeció las palabras de apoyo -"son una fuerza para nuestros pueblos"- y llamó a estar atentos de lo que pueda pasar en Chiapas. "Vamos a resistir de manera organizada", anunció.
Conforman la Comisión Sexta del EZLN que sale a recorrer el país, directamente en los lugares de lucha, los comandantes David, Susana, Yolanda, Guillermo, Tacho, Emiliano, Kelly, Dalia, Masho, Eduardo, Zebedeo, Miriam, Moisés, Eucaria y Sandra, así como el subcomandante Marcos.
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=politica&article=012n1pol
Carlos Fazio
Paramilitarismo y dominación
Tras la llegada al gobierno de Felipe Calderón se ha iniciado una nueva fase en la guerra de baja intensidad en Chiapas. En el contexto de una militarización acelerada de la vida pública nacional, el renovado proyecto contrainsurgente en Chiapas adquiere modalidades propias ante el avance y consolidación de los municipios autónomos zapatistas en resistencia.
Definido como el "enemigo interno", el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y sus bases de apoyo son el blanco de una nueva escalada de violencia en curso instrumentada por la Secretaría de la Defensa Nacional, en la que participan distintos cuerpos policiales de nivel federal y estatal, y que cuenta, además, con la reactivación de antiguas estructuras paramilitares y la presencia in situ de elementos de los cuerpos de paz estadunidenses.
El objetivo encubierto es la "recuperación" del territorio en poder de los zapatistas. Es decir, la tierra y sus intereses: petróleo, gas, energía eléctrica, biodiversidad, agua dulce, maderas, uranio y la posibilidad de instrumentar megaproyectos depredadores al servicio del gran capital nacional y extranjero. La nueva etapa del conflicto tiene que ver con el anuncio de Calderón de que "revivirá" el Plan Puebla Panamá (PPP), que junto con la segunda fase del Plan Colombia y la Iniciativa de Integración de la infraestructura Regional de Sur América (IIRSA), forman parte de los esfuerzos geoestratégicos de Estados Unidos con vista a una restauración autoritaria de su hegemonía en América Latina para la competencia interimperialista con los megabloques de Europa y Asia-Pacífico.
El resurgimiento y nuevo protagonismo de grupos paramilitares que irrumpieron en la geografía chiapaneca durante la gubernatura de Patrocinio González Garrido, y crecieron y se desarrollaron durante las gestiones de Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén, como Los Chinchulines, Paz y Justicia y MIRA, todos de filiación priísta, reconvertidos hoy en la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) y la Unión Regional Campesina Indígena (URCI), habla de una relación de causalidad entre las desigualdades sociales y la violencia política.
La continuidad del modelo de arrasamiento de los últimos cuatro gobiernos neoliberales necesita del uso de la fuerza para proteger intereses económicos o para intentar transformarlos. Es a ese esquema de dominación autoritaria y clasista que resultan funcionales los grupos paramilitares.
Su tarea es lograr, mediante la violencia, el desplazamiento forzoso de las bases de apoyo zapatistas para propiciar una relatifundización del territorio. Si el plan de desterritorialización avanza, la "privatización"de la seguridad y el consecuente dominio paramilitar redundará en una reconcentración de la tierra en pocas manos. Por lo que se trata, en rigor, de una contrarreforma agraria violenta a favor de grupos transnacionales, que requieren la "liberación" del territorio para someterlo a la lógica del mercado.
Las estrategias de violencia institucional y parainstitucional, iniciadas en 1995, son un aspecto fundamental en el desarrollo de los planes de ocupación territorial y garantía armada de los megaproyectos diseñados para Chiapas por el gran capital. En la dinámica económica trasnacional, la apropiación violenta del espacio y la gente adquieren, unívocamente, su resignificación como mercancía.
En la actualidad, en los espacios controlados por los municipios autónomos zapatistas se afirma el derecho a la vida, al territorio, a la autodeterminación, a la organización, a la resistencia popular, a la identidad cultural.
Resistir es negarse a aceptar las propuestas de inclusión de su pensamiento, de su voluntad, de sus sentidos de representación en el mundo ocupado, no habitado, por perspectivas de agronegocios, obras de infraestructura y explotación de recursos naturales. Precisamente, porque dicha cultura de resistencia obstruye la mercantilización de la vida, los poderes fácticos recurren al sitiamiento militar-paramilitar, con apoyo visible en el terreno de la Policía Sectorial, la Agencia Estatal de Investigación, la Agencia Federal de Investigación, la Policía Federal Preventiva, las policías municipales y las redes de inteligencia del Cisen.
La clase dominante sabe que a través de la fuerza o de los mecanismos de seducción mercantil se deterioran y corroen los cimientos de la identidad.
Por eso, de nueva cuenta, en la guerra contrainsurgente en curso utilizan a indígenas contra indígenas. En la coyuntura, los paramilitares de la Opddic y la URCI están siendo utilizados como invasores o despojadores. Su acción violenta contra los zapatistas (invasiones de tierras, secuestros, golpizas, incendios de aldeas, destrucción de milpas, robo de maíz,) y la amenaza de desatar una nueva fase del terrorismo de Estado en Chiapas servirán como mecanismos para la apropiación y legalización de la tierra por parte de neolatifundistas y agroindustriales voraces.
La aspiración es que, como ocurre en Colombia bajo el control del presidente de los paramilitares, Alvaro Uribe, el círculo de la desterritorialización se cierre con la legalización de lo obtenido en la ilegalidad, mediante la violencia. La ofensiva neoliberal en Chiapas ocurre en el contexto de una violenta recomposición de fuerzas en el interior del actual Estado mafioso de dominación, signado por la militarización del país, los atisbos de mano dura calderonista y la salida a las calles de una ultraderecha beligerante hegemonizada por los sectores más reaccionarios de la jerarquía de la Iglesia católica.
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=opinion&article=023a1pol
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OAXACA
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Gustavo Esteva
Nuevas apportaciones
No ha habido, que se tenga memoria, un periodo de tanta efervescencia como la que se vive ahora en Oaxaca. No se trata de movilizaciones espectaculares, como las grandes marchas del año pasado. Es la proliferación de toda suerte de iniciativas en que se revela el acaloramiento de los ánimos que surge de una población agraviada que sabe encauzar creativamente la rabia y la frustración. Y así, la "estrategia jurídica, policiaca y militar... cuyo objetivo último es lograr el control y amedrentamiento de la población civil", documentada por la Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos hace un par de meses, no consigue su propósito. En vez de parálisis e intimidación produce intensa efervescencia.
Ni el observador más atento podría mantener registro de lo que está ocurriendo, no sólo por su número sino por su condición: las iniciativas surgen por todas partes, hasta en los sitios más inesperados y a menudo sin aviso previo. Imposible acudir a todos los talleres, encuentros, coloquios, plantones, ocupaciones, festejos, proyectos, exposiciones, demostraciones, asambleas y actos de toda índole que se suceden interminablemente bajo el denominador común de la rebeldía. No hay manera de registrarlos, además, por lo que aparece como su principal limitación actual: no logran darse a conocer con oportunidad ni entre sí ni hacia fuera.
Este fenómeno ilustra bien el carácter de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) como movimiento de movimientos. Revela también su dificultad actual. No ha logrado dotarse de una forma organizativa acorde con su naturaleza. Sus órganos de coordinación han cumplido funciones de enorme importancia, pero su diseño se ajusta más a las necesidades y características de un frente de organizaciones políticas que a las de un movimiento de movimientos.
La APPO no puede ni debe prescindir de su asamblea ni de su Consejo, entre otras muchas cosas para procesar sus contradicciones internas. Pero la concertación eficaz de los empeños cotidianos, su mutuo reforzamiento y su potenciación política han de buscarse en la estructuración horizontal en forma de red, más que en una construcción vertical en forma de pirámide.
No ha habido hasta ahora el tiempo ni las condiciones para forjar los mecanismos horizontales que hacen falta, aunque se tiende a ellos. Las redes electrónicas que se han ido creando -por radio, por correo o en Internet- han estado muy activas y hasta saturadas, pero son obviamente insuficientes si se trata de abarcar en una sola red hilos, nudos y agujeros tan heterogéneos como los que forman la APPO, muchos de los cuales no tienen acceso a la tecnología electrónica.
Buena parte de las iniciativas que se están tomando comprenden ejercicios de reflexión, para derivar las lecciones pertinentes de lo ocurrido hasta ahora, analizar la coyuntura y examinar la perspectiva. A partir de la reflexión se están forjando consensos, por ejemplo en cuanto a la necesidad de profundizar el contenido del rechazo común, darlo a conocer a propios y extraños y tejer horizontalmente las afirmaciones múltiples.
Dentro y fuera de Oaxaca la APPO sigue siendo vista como una revuelta contra Ulises Ruiz, que habría fracasado por la intervención de las fuerzas federales. Es cierto que este personaje facilitó la aglutinación de los descontentos. Pero también es cierto que su aberrante permanencia, cuyo costo político se eleva continuamente tanto para el PRI como para Calderón, hace cada vez más evidente que sólo es símbolo de lo que se rechaza: un régimen político y económico que este gobernador corrupto y autoritario encarna ejemplarmente. La gente ya no está dispuesta a seguir aceptando ese estado de cosas. Por eso mantener a Ulises Ruiz en su cargo formal es esencialmente contraproductivo: lejos de disolver la oposición a ese régimen la extiende y profundiza, esclareciendo su carácter.
La coyuntura sigue siendo adversa para Oaxaca. Aunque hizo posible la primera ola de rebeldía, incrustó el movimiento en disputas nacionales entre actores que lo emplean como moneda de cambio. Por eso dentro de la APPO se han estado buscando articulaciones nacionales e internacionales apropiadas, que permitan inclinar en su favor esta balanza adversa.
La coyuntura se define, entre otras cosas, por la transición de un presidente ansioso por dejar de serlo a un presidente empeñado en demostrar que ya lo es. Tras tomar posesión tres veces, para que no quedara duda de que lo había hecho, Calderón ha intentado esconder su debilidad política tras el Ejército, con lo que no hace sino acentuarla.
No se muestra dispuesto a entender el carácter de los movimientos sociales que encontró al llegar al cargo, por lo que los aviva, echando pólvora al fuego. Aunque en ese pecado llevará la penitencia, impone así un costo insoportable a la sociedad, que pronto empezará a cobrárselo. Y no sólo desde Oaxaca.
gustavoesteva@gmail.com
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=opinion&article=023a2pol
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MICHOACAN
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La comunidad, asediada por terratenientes, desarrolladores turísticos y aguacateros Advierten comuneros de Zirahuén que defenderán tierras junto al lago
Están dispuestos a enfrentarse a pistoleros, afirma líder; desconocen supuesta venta de predios
DANIELA MORALES LA JORNADA MICHOACAN
Morelia, Mich., 25 de marzo. "Estamos decididos a lo que venga. No nos vamos a dejar. Ellos traen pistoleros y van a querer matar a algunos, pero también nosotros sabemos tirar. Ahí nos morimos, ahí se mueren ellos también, pero no los vamos a dejar", advirtió el dirigente de la comunidad indígena de Zirahuén, Marcos Paz Calvillo, quien el 15 de marzo dejó la prisión de Pátzcuaro, donde estuvo seis días detenido con el comisario de bienes comunales, Bulmaro Cuiriz Hurtado.
"Nuestro futuro depende de nuestra organización". Por eso, el único caracol zapatista ubicado a cientos de kilómetros de Chiapas decidió convertirse en el municipio autónomo Erupción de Rebeldía Lago Azul de Zirahuén, señaló Paz Calvillo.
El dirigente muestra el terreno donde la empresa Desarrolladora y Comercializadora, propiedad de la Organización Ramírez -consorcio dueño de salas cinematográficas- supuestamente pretende construir un club turístico con campo de golf y cabañas a la orilla del lago.
"Nos encerraron y acusaron de despojo y daños, y fue al revés. Ellos dijeron que habían comprado cinco hectáreas a una gente que ni conocemos en la comunidad y ya andaban metiendo malla no en cinco, sino como en 15 hectáreas que son de la comunidad indígena de Zirahuén, y no se venden", dijo Paz Calvillo.
En la denuncia en su contra, detalló, también se acusa a los dirigentes de intentar linchar a un asesor de Organización Ramírez, con quien hablaron en octubre de 2006, cuando la comunidad impidió que se siguieran cercando terrenos del caracol.
"Le dijimos al asesor que le parara, que esa tierra era de la comunidad, y él dijo: 'No, estas tierras ya se pagaron'. Entonces le dijimos: 'No hemos vendido ni vamos a vender. Busca tierras en otro lado. Anda y dile a tus patrones que busquen a quienes les vendieron, porque los engañaron'", narró Marcos Paz.
En esa ocasión, continuó, la comunidad le propuso al asesor ir a un tribunal agrario para que cada quien presentara sus documentos. "Dijeron que sí, pero lo que hicieron fue meter la denuncia por la que tenemos que ir a firmar cada 15 días a Pátzcuaro". Recordó que el viernes 9 de marzo los detuvieron al llegar a la comunidad.
Marcos Paz y Bulmaro Cuiriz estuvieron presos seis días en Pátzcuaro. Su detención provocó tal movilización dentro y fuera de la comunidad, que "no les quedó otra que soltarnos" bajo caución.
Esta situación no es nueva para Zirahuén, que se declaró municipio autónomo para defender sus tierras e impedir que autoridades de cualquier nivel permitan o sean protagonistas del despojo de estas tierras, que comuneros indígenas han reforestado durante 30 años para captar agua y mantener vivo el lago.
La comunidad indígena de Zirahuén es propietaria de 21 mil 500 hectáreas alrededor del lago, y las defiende con base en un título virreinal de 1731 y un amparo de posesión de 1733.
De esa extensión, 5 mil hectáreas pertenecen a cinco ejidos y 16 mil 500 a integrantes de la comunidad. Los comuneros acordaron unir sus tierras en régimen comunal, pero sólo mil 560 hectáreas han sido reconocidas por la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA). Las otras 15 mil están en trámite.
"Mire nomás qué bonito está el laguito. Por eso nos tienen envidia y nos lo quieren quitar, pero ha sido mucho trabajo que hemos hecho para conservarlo", dijo Marcos Paz en un recorrido.
Los dirigentes explicaron que la comunidad empezó a reforestar los alrededores del lago en 1987, principalmente con pinos y cedros.
Actualmente tiene 970 hectáreas repletas de árboles. También ha construido 20 mil metros cúbicos de presas alrededor del lago, las cuales filtran el agua y evitan el azolvamiento.
La comunidad también puso en funcionamiento una secundaria técnica hace cuatro años en la plaza principal de Zirahuén, y entre sus nuevos proyectos comunitarios destaca la instalación de un hospital, pues los enfermos de la región tienen que ser trasladados a Pátzcuaro, a unos 30 minutos.
La cara del despojo
Guillermo Arreola Estrada ha sido durante más de 35 años protagonista de despojos, persecuciones, bloqueo de proyectos comunitarios y encarcelamientos en la comunidad indígena, a la vista y al amparo de gobiernos estatales y municipales.
Su llegada a Zirahuén, según los comuneros, estuvo al principio ligada a explotar el bosque e instaló aserraderos, que la comunidad obligó a cerrar.
Los comuneros no planean comercializar la madera de los miles de árboles que han plantado, principalmente porque se pretende usarlos para garantizar el abasto de agua al lago.
Arreola Estrada, continuaron, se hizo de amplias extensiones de tierra en forma ilegal. "Compraba una hectárea a personas grandes que tenían mucha extensión y les decía: dame la escritura para que no vayas tú; yo voy a hacer el trámite de cambio de dueño de la hectárea que me vendiste.
Entonces, como la gente de antes tenía en una misma escritura todas sus hectáreas, Arreola se escrituraba no una sino todas, 20, 30 o 50 hectáreas, despojaba a la gente, y cuando le pedían la escritura de regreso presentaba denuncia y los metía a la cárcel, y la gente se quedaba callada y él con las tierras", narró Marcos.
Guillermo Arreola ha promovido en esos terrenos la construcción de restaurantes y cabañas turísticas, y también negocia con empresarios nacionales e internacionales, confiado en que las denuncias de los comuneros quedarán archivadas, como sucedió con la propuesta de los propios comuneros para desarrollar un proyecto ecoturístico.
Pero hay más razones para la resistencia en Zirahuén. En años recientes, al embate de terratenientes y desarrolladores turísticos se ha sumado el de empresarios aguacateros, que han visto en la zona un lugar propicio para sembrar huertas, lo que modificaría drásticamente el tipo de suelo y el entorno ambiental del lago.
"La Jornada", edición del 26 de marzo de 2007.
Chiapas: Otro mundo será posible sólo sobre el cadáver del capitalismo
Paramilitarismo y dominación
Oaxaca: Nuevas apportaciones
Michoacán: Advierten comuneros de Zirahuén que defenderán tierras
CHIAPAS
Los indios, "protagonistas de la resistencia"; comienza segunda fase de la otra campaña
Otro mundo será posible sólo sobre el cadáver del capitalismo, señala Marcos
ELIO HENRIQUEZ, HERMANN BELLINGHAUSEN CORRESPONSAL, ENVIADO
San Cristóbal de las Casas, Chis., 25 de marzo. En un acto internacional, visto y escuchado en más de 10 países y enlazado con Tegucigalpa y Sao Paulo -pues en tiempo real las organizaciones Vía Campesina y Movimiento Sin Tierra (MSN) se sumaron al EZLN en su llamado a una Campaña Mundial por la Defensa de las Tierras y los Territorios Indígenas y Campesinos-, arrancó esta noche la segunda fase de la otra campaña.
Al declarar el arranque formal de la nueva etapa, el comandante Tacho reconoció que "el poder de los de arriba y los dueños del dinero" hace lo mismo en todo el país: "desalojo y represión". Hermanando su lucha con "todos los que sufren estos inhumanos desalojos" los zapatistas hacen honor "a su palabra de salir para luchar y estar juntos con los compañeros de la Sexta".
A su vez, el subcomandante Marcos destacó que "los pueblos indios de América tendrán como hace 500 años el papel protagónico en la resistencia, pero la batalla terminará en una derrota definitiva si no se alían con los trabajadores del campo y la ciudad y con otros sectores sociales". Al hablar en una panel con otros ponentes acerca de la guerra neoliberal, sostuvo que otro mundo será posible "sólo sobre el cadáver del capitalismo como sistema dominante".
Ante unas 200 personas, Marcos expuso que la etapa actual del capitalismo es una nueva guerra de conquista, y que la globalizacición del capital "destruyó las fronteras nacionales y reacomodó al mundo; la lógica del mercado determina las relaciones internacionales y dentro de los moribundos Estados nacionales".
Esa lógica, añadió, "esconde detrás de su aparente inocencia la lógica de explotación, despojo, represión y desprecio".
En el capitalismo "no hay riqueza limpia; su origen es el robo y la explotación". Aseveró que en su globalización económica; es decir, en la cuarta guerra mundial, el enemigo es el planeta mismo con todo lo que contiene: habitantes y naturaleza. "El imperialismo habrá cambiado de forma de guerrear pero el amo sigue siendo el capital, y su emperador vitalicio el capital financiero"
En el acto, realizado en el centro cultural Tierra Adentro, a media cuadra del zócalo, Marcos aseveró que el camino de la libertad "no es una moderna autopista de paga por la que transitan las masas conducidas por una elite de caudillos e iluminados. El camino para ser libres no está siquiera hecho; se construye por las y los sin nombre y sin rostro, que con sus luchas van probando una y otra ruta hasta llegar a donde quieren llegar".
Medios inhiben la lucha social
Expresó que los grandes medios de comunicación electrónicos "son los inhibidores de la lucha democráctica y social", aparte de haberse convertido en Ministerio Público, gabinete extraoficial, policía plenipotenciario, jueces que dictan la condena al de abajo y la absolución al de arriba.
Sentado entre los comandantes David y Tacho, Marcos subrayó que las fuerzas expedicionarias de invasión en los países de América Latina la forman los gobiernos y la clase política y, salvo "la excepción de Cuba, la rebeldía creciente de Venezuela y la aún por definirse especificidad de Bolivia, los gobiernos latinoamericanos, sin importar su supuesta ideología, se han convertido en los capitanes de reconquista de los territorios que vieron florecer a civilizaciones de los pueblos originarios de estas tierras".
Afirmó que agonizan la clase política tradicional, la clase media, el pensamiento crítico, el corporativismo, las grandes centrales obreras y campesinas, la autonomía relativa de las instituciones educativas, de investigación científica, de la cultura y el arte, las relaciones comunitarias, el tejido social, la seguridad social, la seguridad públcia y la democracia electoral.
En tanto, Joao Pedro Stedile, del MST, leyó en transmisión internáutica un mensaje que firman también Eduardo Galeano y los obispos Pedro Casaldáliga y Thomas Balduino: "La lucha y resistencia de ustedes, hermanos y hermanas zapatistas, son para nosotros un aliento, una esperanza. Un combustible social. Sigan resistiendo, no se desanimen. Cuenten con nosotros. No podemos estar físicamente, gracias al consulado de México, que es como una oficina gringa en Brasil, pero estamos con ustedes".
Con ellos, 66 movimientos y entidades brasileños saludaron la otra campaña: "Estamos acompañando aprehensivos los acontecimientos de la ofensiva represora contra ustedes. Recientemente ocurrió en Atenco, en Oaxaca, y ahora los alcanza con más fuerza en Chiapas". Las referencias a la ofensiva paramilitar y agraria fueron constantes en todas las participaciones de la amplia mesa redonda. Lo que se inicia es una gran jornada en defensa de la tierra, en el país y el mundo.
También habló a distancia el hondureño Rafael Alegría, coordinador de la Campaña Global por la Reforma Agraria de la Vía Campesina Internacional, declarando total apoyo a la iniciativa zapatista: "Estamos en la misma lucha, y juntos venceremos".
Como campesinos, indígenas y sin tierra, añadió, "sentimos que su lucha por defender sustierras y territorios recuperados es nuestra lucha.
Reconocemos la validez de la reforma agraria que hicieron los zapatistas en su territorio, y denunciamos la campaña coordinada de contrarreforma agraria, en donde los grupos paramilitares, los militares, la procuraduría y el tribunal agrario y el gobierno conspiran para despojar a las comunidades zapatistas de las tierras y territorios recuperados a partir del levantamiento de 1994".
Para concluir, el comandante David agradeció las palabras de apoyo -"son una fuerza para nuestros pueblos"- y llamó a estar atentos de lo que pueda pasar en Chiapas. "Vamos a resistir de manera organizada", anunció.
Conforman la Comisión Sexta del EZLN que sale a recorrer el país, directamente en los lugares de lucha, los comandantes David, Susana, Yolanda, Guillermo, Tacho, Emiliano, Kelly, Dalia, Masho, Eduardo, Zebedeo, Miriam, Moisés, Eucaria y Sandra, así como el subcomandante Marcos.
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=politica&article=012n1pol
Carlos Fazio
Paramilitarismo y dominación
Tras la llegada al gobierno de Felipe Calderón se ha iniciado una nueva fase en la guerra de baja intensidad en Chiapas. En el contexto de una militarización acelerada de la vida pública nacional, el renovado proyecto contrainsurgente en Chiapas adquiere modalidades propias ante el avance y consolidación de los municipios autónomos zapatistas en resistencia.
Definido como el "enemigo interno", el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y sus bases de apoyo son el blanco de una nueva escalada de violencia en curso instrumentada por la Secretaría de la Defensa Nacional, en la que participan distintos cuerpos policiales de nivel federal y estatal, y que cuenta, además, con la reactivación de antiguas estructuras paramilitares y la presencia in situ de elementos de los cuerpos de paz estadunidenses.
El objetivo encubierto es la "recuperación" del territorio en poder de los zapatistas. Es decir, la tierra y sus intereses: petróleo, gas, energía eléctrica, biodiversidad, agua dulce, maderas, uranio y la posibilidad de instrumentar megaproyectos depredadores al servicio del gran capital nacional y extranjero. La nueva etapa del conflicto tiene que ver con el anuncio de Calderón de que "revivirá" el Plan Puebla Panamá (PPP), que junto con la segunda fase del Plan Colombia y la Iniciativa de Integración de la infraestructura Regional de Sur América (IIRSA), forman parte de los esfuerzos geoestratégicos de Estados Unidos con vista a una restauración autoritaria de su hegemonía en América Latina para la competencia interimperialista con los megabloques de Europa y Asia-Pacífico.
El resurgimiento y nuevo protagonismo de grupos paramilitares que irrumpieron en la geografía chiapaneca durante la gubernatura de Patrocinio González Garrido, y crecieron y se desarrollaron durante las gestiones de Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén, como Los Chinchulines, Paz y Justicia y MIRA, todos de filiación priísta, reconvertidos hoy en la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) y la Unión Regional Campesina Indígena (URCI), habla de una relación de causalidad entre las desigualdades sociales y la violencia política.
La continuidad del modelo de arrasamiento de los últimos cuatro gobiernos neoliberales necesita del uso de la fuerza para proteger intereses económicos o para intentar transformarlos. Es a ese esquema de dominación autoritaria y clasista que resultan funcionales los grupos paramilitares.
Su tarea es lograr, mediante la violencia, el desplazamiento forzoso de las bases de apoyo zapatistas para propiciar una relatifundización del territorio. Si el plan de desterritorialización avanza, la "privatización"de la seguridad y el consecuente dominio paramilitar redundará en una reconcentración de la tierra en pocas manos. Por lo que se trata, en rigor, de una contrarreforma agraria violenta a favor de grupos transnacionales, que requieren la "liberación" del territorio para someterlo a la lógica del mercado.
Las estrategias de violencia institucional y parainstitucional, iniciadas en 1995, son un aspecto fundamental en el desarrollo de los planes de ocupación territorial y garantía armada de los megaproyectos diseñados para Chiapas por el gran capital. En la dinámica económica trasnacional, la apropiación violenta del espacio y la gente adquieren, unívocamente, su resignificación como mercancía.
En la actualidad, en los espacios controlados por los municipios autónomos zapatistas se afirma el derecho a la vida, al territorio, a la autodeterminación, a la organización, a la resistencia popular, a la identidad cultural.
Resistir es negarse a aceptar las propuestas de inclusión de su pensamiento, de su voluntad, de sus sentidos de representación en el mundo ocupado, no habitado, por perspectivas de agronegocios, obras de infraestructura y explotación de recursos naturales. Precisamente, porque dicha cultura de resistencia obstruye la mercantilización de la vida, los poderes fácticos recurren al sitiamiento militar-paramilitar, con apoyo visible en el terreno de la Policía Sectorial, la Agencia Estatal de Investigación, la Agencia Federal de Investigación, la Policía Federal Preventiva, las policías municipales y las redes de inteligencia del Cisen.
La clase dominante sabe que a través de la fuerza o de los mecanismos de seducción mercantil se deterioran y corroen los cimientos de la identidad.
Por eso, de nueva cuenta, en la guerra contrainsurgente en curso utilizan a indígenas contra indígenas. En la coyuntura, los paramilitares de la Opddic y la URCI están siendo utilizados como invasores o despojadores. Su acción violenta contra los zapatistas (invasiones de tierras, secuestros, golpizas, incendios de aldeas, destrucción de milpas, robo de maíz,) y la amenaza de desatar una nueva fase del terrorismo de Estado en Chiapas servirán como mecanismos para la apropiación y legalización de la tierra por parte de neolatifundistas y agroindustriales voraces.
La aspiración es que, como ocurre en Colombia bajo el control del presidente de los paramilitares, Alvaro Uribe, el círculo de la desterritorialización se cierre con la legalización de lo obtenido en la ilegalidad, mediante la violencia. La ofensiva neoliberal en Chiapas ocurre en el contexto de una violenta recomposición de fuerzas en el interior del actual Estado mafioso de dominación, signado por la militarización del país, los atisbos de mano dura calderonista y la salida a las calles de una ultraderecha beligerante hegemonizada por los sectores más reaccionarios de la jerarquía de la Iglesia católica.
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=opinion&article=023a1pol
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OAXACA
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Gustavo Esteva
Nuevas apportaciones
No ha habido, que se tenga memoria, un periodo de tanta efervescencia como la que se vive ahora en Oaxaca. No se trata de movilizaciones espectaculares, como las grandes marchas del año pasado. Es la proliferación de toda suerte de iniciativas en que se revela el acaloramiento de los ánimos que surge de una población agraviada que sabe encauzar creativamente la rabia y la frustración. Y así, la "estrategia jurídica, policiaca y militar... cuyo objetivo último es lograr el control y amedrentamiento de la población civil", documentada por la Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos hace un par de meses, no consigue su propósito. En vez de parálisis e intimidación produce intensa efervescencia.
Ni el observador más atento podría mantener registro de lo que está ocurriendo, no sólo por su número sino por su condición: las iniciativas surgen por todas partes, hasta en los sitios más inesperados y a menudo sin aviso previo. Imposible acudir a todos los talleres, encuentros, coloquios, plantones, ocupaciones, festejos, proyectos, exposiciones, demostraciones, asambleas y actos de toda índole que se suceden interminablemente bajo el denominador común de la rebeldía. No hay manera de registrarlos, además, por lo que aparece como su principal limitación actual: no logran darse a conocer con oportunidad ni entre sí ni hacia fuera.
Este fenómeno ilustra bien el carácter de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) como movimiento de movimientos. Revela también su dificultad actual. No ha logrado dotarse de una forma organizativa acorde con su naturaleza. Sus órganos de coordinación han cumplido funciones de enorme importancia, pero su diseño se ajusta más a las necesidades y características de un frente de organizaciones políticas que a las de un movimiento de movimientos.
La APPO no puede ni debe prescindir de su asamblea ni de su Consejo, entre otras muchas cosas para procesar sus contradicciones internas. Pero la concertación eficaz de los empeños cotidianos, su mutuo reforzamiento y su potenciación política han de buscarse en la estructuración horizontal en forma de red, más que en una construcción vertical en forma de pirámide.
No ha habido hasta ahora el tiempo ni las condiciones para forjar los mecanismos horizontales que hacen falta, aunque se tiende a ellos. Las redes electrónicas que se han ido creando -por radio, por correo o en Internet- han estado muy activas y hasta saturadas, pero son obviamente insuficientes si se trata de abarcar en una sola red hilos, nudos y agujeros tan heterogéneos como los que forman la APPO, muchos de los cuales no tienen acceso a la tecnología electrónica.
Buena parte de las iniciativas que se están tomando comprenden ejercicios de reflexión, para derivar las lecciones pertinentes de lo ocurrido hasta ahora, analizar la coyuntura y examinar la perspectiva. A partir de la reflexión se están forjando consensos, por ejemplo en cuanto a la necesidad de profundizar el contenido del rechazo común, darlo a conocer a propios y extraños y tejer horizontalmente las afirmaciones múltiples.
Dentro y fuera de Oaxaca la APPO sigue siendo vista como una revuelta contra Ulises Ruiz, que habría fracasado por la intervención de las fuerzas federales. Es cierto que este personaje facilitó la aglutinación de los descontentos. Pero también es cierto que su aberrante permanencia, cuyo costo político se eleva continuamente tanto para el PRI como para Calderón, hace cada vez más evidente que sólo es símbolo de lo que se rechaza: un régimen político y económico que este gobernador corrupto y autoritario encarna ejemplarmente. La gente ya no está dispuesta a seguir aceptando ese estado de cosas. Por eso mantener a Ulises Ruiz en su cargo formal es esencialmente contraproductivo: lejos de disolver la oposición a ese régimen la extiende y profundiza, esclareciendo su carácter.
La coyuntura sigue siendo adversa para Oaxaca. Aunque hizo posible la primera ola de rebeldía, incrustó el movimiento en disputas nacionales entre actores que lo emplean como moneda de cambio. Por eso dentro de la APPO se han estado buscando articulaciones nacionales e internacionales apropiadas, que permitan inclinar en su favor esta balanza adversa.
La coyuntura se define, entre otras cosas, por la transición de un presidente ansioso por dejar de serlo a un presidente empeñado en demostrar que ya lo es. Tras tomar posesión tres veces, para que no quedara duda de que lo había hecho, Calderón ha intentado esconder su debilidad política tras el Ejército, con lo que no hace sino acentuarla.
No se muestra dispuesto a entender el carácter de los movimientos sociales que encontró al llegar al cargo, por lo que los aviva, echando pólvora al fuego. Aunque en ese pecado llevará la penitencia, impone así un costo insoportable a la sociedad, que pronto empezará a cobrárselo. Y no sólo desde Oaxaca.
gustavoesteva@gmail.com
http://www.jornada.unam.mx/2007/03/26/index.php?section=opinion&article=023a2pol
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MICHOACAN
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La comunidad, asediada por terratenientes, desarrolladores turísticos y aguacateros Advierten comuneros de Zirahuén que defenderán tierras junto al lago
Están dispuestos a enfrentarse a pistoleros, afirma líder; desconocen supuesta venta de predios
DANIELA MORALES LA JORNADA MICHOACAN
Morelia, Mich., 25 de marzo. "Estamos decididos a lo que venga. No nos vamos a dejar. Ellos traen pistoleros y van a querer matar a algunos, pero también nosotros sabemos tirar. Ahí nos morimos, ahí se mueren ellos también, pero no los vamos a dejar", advirtió el dirigente de la comunidad indígena de Zirahuén, Marcos Paz Calvillo, quien el 15 de marzo dejó la prisión de Pátzcuaro, donde estuvo seis días detenido con el comisario de bienes comunales, Bulmaro Cuiriz Hurtado.
"Nuestro futuro depende de nuestra organización". Por eso, el único caracol zapatista ubicado a cientos de kilómetros de Chiapas decidió convertirse en el municipio autónomo Erupción de Rebeldía Lago Azul de Zirahuén, señaló Paz Calvillo.
El dirigente muestra el terreno donde la empresa Desarrolladora y Comercializadora, propiedad de la Organización Ramírez -consorcio dueño de salas cinematográficas- supuestamente pretende construir un club turístico con campo de golf y cabañas a la orilla del lago.
"Nos encerraron y acusaron de despojo y daños, y fue al revés. Ellos dijeron que habían comprado cinco hectáreas a una gente que ni conocemos en la comunidad y ya andaban metiendo malla no en cinco, sino como en 15 hectáreas que son de la comunidad indígena de Zirahuén, y no se venden", dijo Paz Calvillo.
En la denuncia en su contra, detalló, también se acusa a los dirigentes de intentar linchar a un asesor de Organización Ramírez, con quien hablaron en octubre de 2006, cuando la comunidad impidió que se siguieran cercando terrenos del caracol.
"Le dijimos al asesor que le parara, que esa tierra era de la comunidad, y él dijo: 'No, estas tierras ya se pagaron'. Entonces le dijimos: 'No hemos vendido ni vamos a vender. Busca tierras en otro lado. Anda y dile a tus patrones que busquen a quienes les vendieron, porque los engañaron'", narró Marcos Paz.
En esa ocasión, continuó, la comunidad le propuso al asesor ir a un tribunal agrario para que cada quien presentara sus documentos. "Dijeron que sí, pero lo que hicieron fue meter la denuncia por la que tenemos que ir a firmar cada 15 días a Pátzcuaro". Recordó que el viernes 9 de marzo los detuvieron al llegar a la comunidad.
Marcos Paz y Bulmaro Cuiriz estuvieron presos seis días en Pátzcuaro. Su detención provocó tal movilización dentro y fuera de la comunidad, que "no les quedó otra que soltarnos" bajo caución.
Esta situación no es nueva para Zirahuén, que se declaró municipio autónomo para defender sus tierras e impedir que autoridades de cualquier nivel permitan o sean protagonistas del despojo de estas tierras, que comuneros indígenas han reforestado durante 30 años para captar agua y mantener vivo el lago.
La comunidad indígena de Zirahuén es propietaria de 21 mil 500 hectáreas alrededor del lago, y las defiende con base en un título virreinal de 1731 y un amparo de posesión de 1733.
De esa extensión, 5 mil hectáreas pertenecen a cinco ejidos y 16 mil 500 a integrantes de la comunidad. Los comuneros acordaron unir sus tierras en régimen comunal, pero sólo mil 560 hectáreas han sido reconocidas por la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA). Las otras 15 mil están en trámite.
"Mire nomás qué bonito está el laguito. Por eso nos tienen envidia y nos lo quieren quitar, pero ha sido mucho trabajo que hemos hecho para conservarlo", dijo Marcos Paz en un recorrido.
Los dirigentes explicaron que la comunidad empezó a reforestar los alrededores del lago en 1987, principalmente con pinos y cedros.
Actualmente tiene 970 hectáreas repletas de árboles. También ha construido 20 mil metros cúbicos de presas alrededor del lago, las cuales filtran el agua y evitan el azolvamiento.
La comunidad también puso en funcionamiento una secundaria técnica hace cuatro años en la plaza principal de Zirahuén, y entre sus nuevos proyectos comunitarios destaca la instalación de un hospital, pues los enfermos de la región tienen que ser trasladados a Pátzcuaro, a unos 30 minutos.
La cara del despojo
Guillermo Arreola Estrada ha sido durante más de 35 años protagonista de despojos, persecuciones, bloqueo de proyectos comunitarios y encarcelamientos en la comunidad indígena, a la vista y al amparo de gobiernos estatales y municipales.
Su llegada a Zirahuén, según los comuneros, estuvo al principio ligada a explotar el bosque e instaló aserraderos, que la comunidad obligó a cerrar.
Los comuneros no planean comercializar la madera de los miles de árboles que han plantado, principalmente porque se pretende usarlos para garantizar el abasto de agua al lago.
Arreola Estrada, continuaron, se hizo de amplias extensiones de tierra en forma ilegal. "Compraba una hectárea a personas grandes que tenían mucha extensión y les decía: dame la escritura para que no vayas tú; yo voy a hacer el trámite de cambio de dueño de la hectárea que me vendiste.
Entonces, como la gente de antes tenía en una misma escritura todas sus hectáreas, Arreola se escrituraba no una sino todas, 20, 30 o 50 hectáreas, despojaba a la gente, y cuando le pedían la escritura de regreso presentaba denuncia y los metía a la cárcel, y la gente se quedaba callada y él con las tierras", narró Marcos.
Guillermo Arreola ha promovido en esos terrenos la construcción de restaurantes y cabañas turísticas, y también negocia con empresarios nacionales e internacionales, confiado en que las denuncias de los comuneros quedarán archivadas, como sucedió con la propuesta de los propios comuneros para desarrollar un proyecto ecoturístico.
Pero hay más razones para la resistencia en Zirahuén. En años recientes, al embate de terratenientes y desarrolladores turísticos se ha sumado el de empresarios aguacateros, que han visto en la zona un lugar propicio para sembrar huertas, lo que modificaría drásticamente el tipo de suelo y el entorno ambiental del lago.
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