México Poder Autónomo

martes, 1 de mayo de 2007

La famiglia Metallica Resources.

Sebastián Liera

El pasado 29 de marzo, tras lo que pareció un asombroso acto de magia neoliberal, un grupo de criminales, de esos que deberían agregarse al famoso rubro de la delincuencia organizada, rendían culto a sus maestros (todos ellos ya superados) de las mafias sicilianas, rusas o chinas que tanto placer gore nos despachan cuando sus historias son llevadas a la pantalla grande.
Como parte de este montaje que lleva por nombre “El primer lingote”, los alcapones en cuestión, mexico-canadienses para mayores señas, recibieron la visita de personajes siniestros que disfrazados de personas honradas representan los intereses de sus propias famiglias, algunas de ellas famosas por sus crímenes industriales en Torreón y Pasta de Conchos, como Peñoles y Grupo México.
Otras de estas finísimas personas llegaron en representación de famiglias de (demasiado) rancia aristocracia, como la curia de la arquidiócesis de San Luis Potosí, la Cámara Minera de México, la Coordinación de Organismos Empresariales de San Luis Potosí, la Confederación Patronal de la República Mexicana, Industriales Potosinos, la Cámara Nacional de Comercio y la Cámara de la Industria de la Construcción; entre otras, cuya nobleza gangsteril es de menor cuna por tratarse de ciertos personajes de la clase política y hasta “académica” de San Luis Potosí.
Todas ellas se reunieron no porque “El primer lingote” fuera un acto de magia digno siquiera de los actos escapistas del Profesor Zovek, dado el supuesto “Primer Lingote de Cerro de San Pedro en 100 años” (como es el título largo de esta farsa), “producto de muchos años de paciencia, tesón y esfuerzo” según la prensa oficialista de San Luis Potosí; sino porque significaba la celebración de algo así como el primer diente del gran festejado de la tarde: Richard J. Hall, presidente del Consejo de Administración de Minera San Xavier y presidente y principal ejecutivo de Metallica Resources Inc.
Como muchos de ustedes saben, Minera San Xavier llegó a San Luis Potosí en el año de 1995, cuando comenzó los estudios que dos años después le dieron la certeza de estar literalmente ante una mina de oro; de oro y plata, para ser más precisos. Despachaban entonces en los llamados palacios de gobierno federal y estatal (curioso nombre para los edificios que albergan los poderes ejecutivos de repúblicas no monárquicas) dos priístas de triste memoria: Ernesto Zedillo Ponce de León, famoso por su complicidad en las masacres de Aguas Blancas y Acteal y por ser el fiel continuador de la política privatizadora que iniciara el mafioso Carlos Salinas de Gortari, alias El Chupacabras, y Horacio Sánchez Unzueta, cuyos crímenes incluyen la licencia de uso de suelo para confinamiento de residuos peligrosos en Guadalcázar a la estadounidense Metalclad Corporation y sus subsidiarias Ecosistemas del Potosí y Coterin, lo que significó una larga lucha ciudadana para su expulsión, el pago de 16 millones de dólares por concepto de indemnización a la empresa estadounidense de parte del gobierno mexicano (ordenado por tribunales internacionales bajo las leyes del mal llamado TLC) y que en San Luis Potosí aún continúen 20 mil toneladas de desechos peligrosos.
Seguramente también sepan que Minera San Xavier, lejos de lo que aseguran sus directivos, ha decidido violentar todas y cada una de las leyes que le impiden trabajar en Cerro de San Pedro, dado que la explotación que han diseñado se basa en una técnica que por un lado implica hacer un tajo a cielo abierto y por otro lixiviar a montones, y quizás también supongan (sólo los mal pensados, claro) que dichas violaciones se han llevado a cabo con la complicidad de los actuales gobiernos panistas, del mismo modo, o inclusive de manera más criminal, en que lo hicieron sus antecesores priístas.
Lo que quizás algunos no sepan es que tanto el procedimiento de tajo a cielo abierto como el de lixiviación por montones son por sí solos criminales y, por consecuencia, traen aparejados una serie de crímenes más. El primero de estos crímenes es el fraude: de principio a fin Minera San Xavier ha estado mintiendo: hace diez años dijo a los pobladores de Cerro de San Pedro lo que siempre dicen esta suerte de delincuentes industriales, que el progreso les traerá beneficios incalculables para ellos y sus hijos, pero que deben hacer un pequeño sacrificio: venderles sus tierras. Obviamente, tales beneficios no incluyen compartir las ganancias de la explotación minera que arrojará de entre 246 y 270 onzas de oro y más de 5 mil onzas de plata al día, sino terminar siendo peones de las tierras de las que eran dueños (y que eran su futuro menos incierto) para verlas después exprimidas y destruidas. Hoy, sin contar con las cámaras de lixiviación que son indispensables para obtener el oro y la plata, Minera San Xavier grita a los cuatro vientos su falacia más reciente: anuncia la fundición y vaciado del “Primer Lingote de Cerro de San Pedro en 100 años”.
El segundo crimen es el desastre ecológico: por un lado, la técnica de tajo a cielo abierto (cuyas “bondades” pueden ser constatadas en Noria de Ángeles, Zacatecas, tras el desastre ecológico que dejó la Minera Real de Ángeles, propiedad de Carlos Slim) significará el empleo de 25 toneladas de explosivos al día para desgajar 70 mil toneladas diarias de cerro, lo que a la postre dejará en lugar del Cerro de San Pedro un cráter de un kilómetro de largo por 300 metros de profundidad y toneladas de polvillo como material de desecho; por otro lado, la mentada lixiviación por montones significará el empleo también diario de 32 millones de litros de agua potable (el agua tratada no sirve) para ser mezclada con 16 toneladas de cianuro de sodio, mezcla que tras convertirse en el altamente tóxico ácido cianhídrico será empleada para separar el oro y la plata de los demás componentes minerales del cerro.
En palabras de Mario Martínez Ramos, uno de los más viejos opositores a la minera, ambos procedimientos provocarán un “obsceno y siniestro cocktail” cuyos ingredientes serán, por parte del tajo a cielo abierto, las “toneladas de polvillo (generadas por el tumbe de material y trituración) mezcladas con los gases que producen los explosivos a base de nitrato de amonio, diesel y trinitrotolueno (TNT)”, y por parte de la lixiviación por montones, un mínimo de 8 millones de litros de ácido cianhídrico que se evaporarán diariamente para convertirse en nubes que debido a los vientos dominantes terminarán sobre la ciudad de San Luis Potosí y su zona conurbada.
Si a lo anterior agregamos la desaparición de un área que por decreto es considerada reserva ecológica por las especies vegetales y animales que en ella viven, como es el caso de algunas cactáceas endémicas que no existen y no pueden existir en ningún otro lugar del planeta y que al desaparecer el Cerro de San Pedro serán exterminadas para siempre, tenemos el segundo crimen completo.
El tercer crimen es de orden histórico y cultural, en principio porque el Cerro de San Pedro es de tal importancia para la entidad que se encuentra en su escudo de armas: sobre él, San Luis Rey está flanqueado por cuatro barras, dos de oro y dos de plata; así que atentar contra la existencia del emblema del estado es amenazar su historia misma. Por otra parte, la destrucción de vestigios arqueológicos de los siglos XVII y XVIII pertenecientes al período nómada del pueblo huachichila, y daños irreversibles a monumentos considerados patrimonio nacional, como la Iglesia de San Nicolás Tolentino y el Templo de San Pedro Apóstol, el cual estuvo a punto de caerse después de que en 1765 se perforó por debajo de él un túnel minero, completan el tercer crimen.
El cuarto crimen se deriva de los tres anteriores: trastocar el tan mentado Estado de derecho. Por las situaciones arriba expuestas, pobladores de Cerro de San Pedro y organizaciones civiles que les apoyan han entablado una serie de demandas legales contra Metallica Resources y su filial mexicana ante tribunales federales administrativos y agrarios (ya que la presencia de la minera incluye la invasión a terrenos ejidales de Villa de Cerro de San Pedro, de allí que entre los invitados al banquete no asistiera el presidente de su comisariado ejidal) y en cada una de ellas han obtenido fallos favorables. Aún así, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de la Defensa Nacional (Sedena) y de Economía han dado los permisos que autorizan a Minera San Xavier continuar con los trabajos de explotación que dañarán de manera irreversible el patrimonio cultural y ambiental de San Luis Potosí y terminarán de despojar a los ejidatarios del lugar de sus tierras.
Claro está que las secretarías de Estado y el instituto en cuestión no hubieran otorgado estos permisos y cometido los flagrantes desacatos que estos significan si no hubieran tenido como sus cómplices a los jefes de los poderes ejecutivos municipal, estatal y federal; en especial a los premios nobel en estulticia y negligencia: el ranchero enamorado Vicente Fox Quesada y el empresario empecinado Jesús Marcelo de los Santos Fraga, quienes como sus antecesores no dejaron de presionar a los presidentes municipales de Cerro de San Pedro para que no obstaculizasen a Minera San Xavier, hasta que lo lograron (quizás no está de más recordar que por parte de los gobiernos priístas estas “presiones” se tradujeron en la muerte de uno de estos ediles, José Baltasar Reyes Loredo Loredo, quien fuera “suicidado” en 1997).
Actualmente, cada uno de estos crímenes es solapado por los gobiernos federal y local, de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y Jesús Marcelo de los Santos Fraga, quienes han incurrido en una sistemática violación de ordenamientos legales en detrimento del patrimonio histórico, cultural, ambiental y natural de San Luis Potosí. Por ello es urgente que la sociedad civil y la gente honesta y digna, ya no nada más de San Luis Potosí, sino de todo el país, cierre filas para detener a estas hordas de delincuentes que siguen los impunes pasos de los Bartlett, los Carrillo Olea, los Montiel, los Peña Nieto, los Ruiz Ortiz, los Estrada Cajigal, los Romo Gutiérrez o los Sánchez Unzueta quienes han amenazado antes Cholula, Tepoztlán, Atenco, Oaxaca, el ex Casino de la Selva, Teotihuacan, Zacatecas o el mismo San Luis Potosí.
Desde aquí me sumo entonces al respetuoso llamado que el Movimiento de Resistencia Civil contra la Minera San Xavier hace a la Comisión Sexta del EZLN y sus comandantas, comandantes y subcomandante insurgente (en especial a quienes cubrirán la Región Norte Centro), así como a las personas, familias, grupos, colectivos, organizaciones y pueblos indios adherentes a la Otra Campaña, a que no dejemos solas y solos a nuestros compañeros de lucha en San Luis Potosí; pues está próximo a realizarse varias acciones que seguro provocarán por parte del mal gobierno una respuesta represiva similar a las ya vistas en Atenco, Oaxaca y Yucatán.
De la misma manera, con un respeto todavía más grande si eso fuera posible, extiendo este llamado a quienes en las distintas asambleas populares de los pueblos del país que siguen el digno ejemplo de la APPO se articulan para hacer de éste un país nuevo y mejor; ello incluye a quienes habiéndose adherido o no a la Otra Campaña o a quienes habiéndose sumado a no a estas APP´s, militan en la Convención Nacional Demócratica haciéndola igualmente digna con su esfuerzo, a pesar de los Ebrard, los Anchondo, los Camacho Solís, las Díaz, los Monreal, los Morales, los Martínez Cue o los Salgado Brito que en ella se multiplican.
En su discurso como lacayo de ceremonias, el panista Jorge Mendizábal Acebedo, director de Minera San Xavier, citaba una frase de Winston Churchill: “Ninguna estupidez es más costosa que la estupidez de un idealismo intolerante”. Personalmente estoy de acuerdo: ¿acaso alguien no ha visto cuánta estupidez rebosa entre quienes a cada momento hablan de justicia, desarrollo y progreso mientras a escondidas o públicamente se reúnen con pederastas, encuentran las más absurdas justificaciones para los asesinatos contra mujeres en todo el país y destruyen lo que tocan: bosques, playas, monumentos históricos, etcétera; todo en nombre de su intolerante ideología?

http://laotrachilanga.blogspot.com/ * otrachilanga@gmail.com

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